A continuación te presentamos diez consejos para ayudar a que tus hijos adopten hábitos saludables:
1. Convertite en un ejemplo a seguir.
Los niños aprenden por imitación. Si tus hijos ven que desayunás todos los días, que incluís en cada comida al menos una verdura o fruta y buscás oportunidades para practicar ejercicio en familia; van a ver la importancia que tiene un estilo de vida saludable.
2. Involucrá a tus hijos en la compra y preparación de los alimentos.
Enseñale a tus hijos a realizar elecciones saludables al momento de comprar los alimentos así como a leer etiquetas y preferir ciertas características para elegir las mejores alternativas.
3. Establecé horarios para cada comida y respetalos.
Para las cosas importantes siempre se tiene tiempo. La alimentación es una de ellas, así que organizá las actividades para que la hora de la comida se respete.
4. Desayunen todos los días.
Esta actividad es clave para tener energía durante todo el día, favorece el mantenimiento de un peso saludable y tus hijos lo agradecerán por siempre.
5. Acostumbralos a tomar agua simple como primera opción para hidratarse.
Procurá tener siempre a mano una botella, termo o contenedor de agua para ofrecerla al momento de tener sed.
6. Enseñales a leer etiquetas.
Esto los puede ayudar a hacer elecciones de alimentos más saludables e influir para moderar la cantidad de lo que se planea comer.
7. No prohíbas ningún alimento.
Prohibir sólo puede aumentar el deseo por comerlo. En lugar de hacerlo, mejor moderá el tamaño de la porción y la frecuencia de consumo. Es importante no emplear los alimentos como premio o castigo, para evitar relaciones de ciertos alimentos con situaciones, tales como dulces cuando se está triste o asociar las verduras con castigos.
8. Cuidá el tamaño de las porciones.
Serví porciones adecuadas para la edad. La porción para un niño no es la misma que para un adulto. Es mejor dejar que pida más y servir en platos pequeños.
9. Coman en familia.
Háganlo tan frecuente como les sea posible. Existen diversos estudios que demuestran que los niños que acostumbran comer en familia tienen una dieta más variada y por lo tanto una alimentación rica en vitaminas, minerales y fibra. Además, comer en familia permitirá identificar la forma en que se alimentan tus hijos y detectar algún problema con sus hábitos de forma oportuna.
10. Promové la actividad física.
Dejá que tu hijo encuentre una actividad física que disfrute realizar. De esta forma se puede convertir en un hábito. Aprovechen los fines de semana para salir a caminar juntos, andar en bicicleta o la actividad física que prefieran realizar en familia. El objetivo es que practicar ejercicio sea divertido.
La mejor forma de que los niños adopten hábitos de alimentación y en general un estilo de vida saludable es a través del ejemplo de sus padres, recordando siempre ser constantes, pacientes y flexibles para lograr el entendimiento con los hijos.